El secreto profesional está anclado en la legislación luxemburguesa. Se aplica a las compañías de seguros, pero también a las entidades de gestión de patrimonios, a los bancos, etc.

Todos los actores del sector luxemburgués están sometidos al secreto profesional, a fin de preservar la esfera privada del cliente. En este sentido, la legislación impone a las compañías de seguros y a sus empleados «mantener el secreto de las informaciones profesionales que les estén confiadas en el ámbito de su actividad profesional».

En caso de vulneración del secreto, ello puede conllevar consecuencias penales, así como sanciones.

Todo el personal de Baloise Vie Luxembourg S.A. está sensibilizado y es responsable por respetar el secreto, y demuestra diariamente una gran vigilancia en cuanto a cualquier posibilidad de vulneración del secreto por parte de algún interviniente en la gestión del contrato.

Ahora bien, el secreto profesional del asegurador no es absoluto. De hecho, la legislación ha previsto ciertas excepciones cuando la obligación del secreto profesional deja de existir o no existe en absoluto, en particular frente a las autoridades nacionales y extranjeras, y en lo que se refiere entre otros aspectos a la lucha contra el blanqueo de capitales y contra la financiación del terrorismo, pero también en el marco del intercambio automático  de información en un futuro próximo (a partir del 1 de  enero de 2017 sobre los datos del contrato de seguro de vida a partir del 1 de  enero de 2016).